Cuando conocemos a una persona, hablamos, salimos y hasta nos llegamos a gustar, querer y amar, pensamos que esa persona es a la que necesitas para ser feliz día a día pero no siempre es así, a pesar de eso, siempre habrá discusiones, peleas, enfrentamientos, malos humos, broncas, rechazos y reproches. Esa persona no siempre estará ahí cuando la necesites, cuando estés en tus peores momentos, quizás, algún día, te falle.
Cuando suceda esto, te darás cuenta que estar con una persona, te puede hacer feliz un día, una semana, un mes o incluso varios años, pero después de todo, todo termina y el único ser vivo que siempre va a estar cuando estés en tus peores y mejores momentos, en tu pobreza o riqueza, en la salud y en la enfermedad, va a ser un perro, tu perro.
Mucha gente no tiene perros por el hecho de que hay que sacarlo, no siempre huele bien y hay que prestarle cierta atención... pero al final y al cabo son cosas irrelevantes, no necesitas ni la casa mas grande, ni el coche mas lujoso ni la ropa de mayor marca, tan solo necesitas un tazón de agua, un poco de pienso o las sobras de tu almuerzo. Un perro no quiere nada lujoso, un perro quiere amor y cariño, con tan solo eso, él será el animal más feliz del mundo y te recompensará de la mejor manera que sepa, ayudándote y demostrándote todo lo que un simple animal puede llegar a querer.
A pesar de todo lo que supone esto, para mi, tener a mi perro a sido una de las mejores cosas que me han pasado, y que no se merece por nada del mundo ser abandonado o maltratado, si no ser querido como si fuera el amor de tu vida.
Que bonito Antonella se me han puesto los pelos de punta y se me han saltao las lagrimas
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